En Pelo Bueno NO hacemos permanentes

Nosotros NO hacemos permanentes, tampoco cambiamos texturas. Nuestro concepto radica en sacar lo mejor de cada cabello natural con un proceso de corte y una hidronutrición con agua y productos que reponen la hidratación y la pérdida de proteína por causas ambientales o por el uso de calor o químicos alisadores.

Los cambios que ven en fotos NUNCA obedecen a permanentes. Significa que luego de que una persona moja su cabello deberá volver a peinarse como en cada cita enseñamos. Los rizos que se notan más marcados en fotos no son producto de una crema mágica que los hizo. Muchos de los cabellos de las fotografías han pasado por un proceso de transición incluso de años en el que se deja crecer y luego se corta; cuando se remueve lo alisado el cabello rizado toma forma y se encoge haciendo ondas o espirales con mayor facilidad.

En ocasiones hacemos rizos "falsos" en cabellos en transición y se pasa en una sola cita de alisada a rizada usando chumis. Pero el efecto es momentáneo y luego de mojado el cabello seguirá viéndose alisado.

Nuestros procesos son supremamente transparentes y todo lo que hacemos y aplicamos a los clientes se lo enseñamos para que pueda repetirlo en casa. [...] No hemos anunciado nunca que hacemos rizos de televisión y menos que son permanentes. 

Nos sorprende y preocupa que muchos padres traen a sus niñas con el deseo de que convirtamos su cabello afro en rizos sueltos o que les apliquemos algo para que les crezca rizado y no afro. No podemos hacer tal cosa. Y si pudiéramos tampoco la haríamos. Nuestro propósito es mostrarle a cada mujer y sobretodo a cada niña la belleza de su cabello afro o rizado y darles herramientas para que abracen su naturaleza y puedan ver el transformar o alisar su pelo como una opción y no como una obligación. Imponer estereotipos, cánones de belleza y mostrarles rechazo por su cabello y su cuerpo, solo hace niñas y mujeres inseguras, con complejos y con dificultad para contemplar su grandeza.

Papito, mamita, el problema no es ni está en el pelo de tu niña, el problema está en tu cabeza. Eso es lo que debemos transformar.